Así lo aseguró el exfiscal de delitos sexuales del Vaticano, monseñor Charles Scicluna.
El papa Francisco no será indulgente con los sacerdotes culpables de abusos porque la verdad y la justicia son más importantes que la protección de la Iglesia, aseguró el fin de semana el exfiscal de delitos sexuales del Vaticano, monseñor Charles Scicluna.
La principal autoridad de la Iglesia católica durante la investigación de delitos sexuales por parte de sacerdotes también dijo en una entrevista que el número de clérigos expulsados por la Santa Sede probablemente cayó a unos 100 en el 2013 desde unos 125 en el 2012.
Scicluna dijo que el papa, a pesar de su naturaleza piadosa, será muy duro con los sacerdotes pedófilos con el propósito de dejar atrás una crisis que el pontífice definió el jueves pasado como “la vergüenza de la Iglesia”.
“Me he reunido con Francisco y ha expresado una gran determinación para continuar en la línea de sus predecesores”, dijo Scicluna, que trabajó en el Vaticano durante 17 años antes de ser nombrado obispo auxiliar en Malta, en el 2012.
“Su evangelio de compasión es muy importante, pero no es compasión barata. Tiene que respetar la verdad y las demandas de justicia”, señaló Scicluna.
El papa estableció una comisión de expertos el mes pasado para abordar el tema de los abusos sexuales contra niños en la Iglesia católica, en su primer paso importante para abordar la crisis.
El grupo considerará vías para vigilar mejor a los sacerdotes, proteger a los menores y ayudar a las víctimas, tras acusaciones de que el Vaticano no ha hecho lo suficiente para cuidar a los más vulnerables.
Scicluna acudió a Ginebra como experto del Vaticano el jueves, cuando expertos de la ONU en la protección de menores presionaron a los delegados de la Santa Sede para revelar el alcance de décadas de abusos sexuales.
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